(イスパニア語本文の後に日本語訳があります)
Aprender japonés en México
¡Hola! Me llamo Nina. Soy mexicana del Distrito Federal. El Distrito Federal es una ciudad enorme así como Tokio pero es mi “terruño”. Yo siempre viví al sur de esta gigantesca metrópoli, a unos 20 minutos en autobús de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hoy declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. El 5 de junio de 1950 se colocó formalmente la primera piedra del primer edificio (La Torre de Ciencias) de esa hermosa universidad construida sobre un terreno volcánico. y en marzo de 1954 comenzaron las actividades escolares en dicho Campus.
Muy probablemente, de no haberme otorgado el gobierno japonés una beca para estudiar la licenciatura en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tokio, habría yo escogido la UNAM para estudiar. ¿Por qué? Pues porque, de hecho, 2 años antes de graduarme de la preparatoria, la UNAM (que es una universidad muy generosa) ya me había “aceptado” en el Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras (CELE) como “oyente” de sus cursos de japonés. Inútil decir que me sentía yo por aquel entonces “orgullosamente UNAM”.
En aquella época (estoy hablando de los años 1975) en México nadie estudiaba japonés porque era un idioma “raro” y “difícil”. ¿Quién querría tomarse el trabajo de estudiar ideogramas? ¡Nadie! Ni el chino ni el japonés estaban de moda. Además Asia quedaba muy lejos (no había internet, las llamadas internacionales eran carísimas y las cartas tardaban casi un mes en llegar). Los estudiantes de japonés eran poquísimos (no más de 5 ) y generalmente abandonaban el curso a la mitad. El entusiasmo por este idioma oriental era tan poco que al final me vi estudiando sola con el profesor.
Viendo las cosas en retrospectiva, me maravilla pensar que la UNAM abriera cursos avanzados (con un total de 10 horas a la semana) sólo para mí aún sabiendo que yo sólo era “oyente”. Poder estudiar japonés a los 16 años cambió mi vida (mi deuda con las universidades japonesas es grande).
Que no quepa la menor duda: “El que siembra, cosecha”. No sólo yo como persona sino México y Japón como naciones estamos cosechando hoy lo que sembramos ayer. A las nuevas generaciones les pregunto ¿Estamos listos para sembrar hoy lo que cosecharemos mañana?
メキシコで日本語を学ぶということ
¡Hola! 私の名前はニナで、メキシコシティの出身です。メキシコシティは東京のような巨大都市ですが、そこが私の「故郷」です。このメガロポリスの南部地区に、私はずっと住んでいました。UNESCOの世界文化遺産にも登録されているメキシコ国立自治大学(UNAM)から、バスで20分ほどのところです。
このUNAMは、1551年に王立メキシコ大学として創立した、アメリカ大陸では二番目に古い大学ですが、現在のキャンパスは、1950年6月5日、火山岩の台地の上に最初の校舎である、Torre de Ciencias (科学の塔)の礎石が置かれました。そして、1954年から、景観的にも建築学的にも美しく、市民に開かれた学園都市としての活動が始まったのです。
もし、日本政府が、私に東京外国語大学日本語特設学科で学ぶ奨学金を授与してくれなかったら、私は、そのままUNAMに進学していたことでしょう。というのも、すでに私が高校を卒業する2年前から、UNAMは(親切にも)外国語学習センター(CELE)の日本語コースに、私を聴講生として入れてくれていたからです。つまり、そのころから、私は「誇りあるUNAM生」だったわけですね。
そのころ(つまり、1975年頃のことです)、メキシコでは、日本語を学ぶ人はほとんどいませんでした。「珍しくて」「難しい」言語だと思われていたのです。表意文字を苦労して覚えるなんて、誰も考えようともしませんでした。中国語も日本語も「トレンドではなかった」のです。そのうえ、アジアは、メキシコからはあまりに遠いところでした。(当時はインターネットもなかったし、国際電話はとんでもなく高く、手紙は着くのに一ヶ月ほどもかかりました)
ですから、日本語を学ぶ学生はほんの少しで(5人以下でした)、しかも、その半分は途中でクラスを脱落してしまったのです。つまり、東洋の言語に対する関心は、あまりにも低かったので、最終的には私と教授との個人授業のようになる有様でした。
けれど、振り返ってみると、UNAMが、たったひとりの、それも聴講生である私のために、週に計10時間に及ぶ上級の日本語クラスを開講してくれたことはなんとすばらしいことだったでしょう。16歳で日本語を勉強したことが、私の人生を変えたのです。
その甲斐もあって、私はいきなり日本の東京外国語大学の日本語科に進むことができました。その、東京外国語大学でも、まさにその当時、外国人に日本語を教えるノウハウを、試行錯誤しながら、開拓しているところでした。
その中で、私は、自分の日本語能力をさらに磨くことができ、そのまま日本に留まって、大学院で比較文学・比較文化を学び、現在に至ることになりました。
「種を蒔く人が、それを収穫する」という言葉に、疑いの余地はありません。私の場合も、現在になって、メキシコと日本が、はるか過去に蒔いた種の収穫を得ているのです。ですから、私は、新しい世代の方にこう問いかけたいと思います。
「明日、収穫するための種を、今、ちゃんと蒔いていますか?」